sábado, 14 de julio de 2007
Historia
Alguna vez alguien debería tomarme en serio: odio ver puertas cerradas. Cuando esto es inevitable, golpeo y espero que me abran inmediatamente.
Si no lo hacen es terrible. He llegado a desmayarme (qué idiotez) o reclamar al vecino que porqué no hay nadie; otras veces he caido abandonadamente al piso esperando una explicación.
Si mi prisa no es mucha huyo, huyo, huyo, como hago con todo lo demás en mi vida.
Si no lo hacen es terrible. He llegado a desmayarme (qué idiotez) o reclamar al vecino que porqué no hay nadie; otras veces he caido abandonadamente al piso esperando una explicación.
Si mi prisa no es mucha huyo, huyo, huyo, como hago con todo lo demás en mi vida.
0 Ya que entraste aquí, ¡COMENTA, CABRÓN!:
Publicar un comentario