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jueves, 24 de junio de 2010

A una semana de su muerte he superado el estado de negación

La  frase sobre su largo silencio literario de 20 años "Sencillamente no tenía algo que decir y cuando no se tiene algo que decir lo mejor es callar", ha traspasado mi vida.
Lo vi dos veces.
La primera, inaccesible, rodeado de falsos aduladores que no habrán leído un libro suyo, de pseudoguardaespaldas intelectualoides y de cuadros de Guayasamín. Apenas le dí la mano y él me firmó mi "Ensayo sobre la ceguera".
La segunda en uno de mis sitios preferidos de Madrid, humanamente cercano, coherente, conversé brevemente con él en una de las anécdotas de mi vida más memorables. 
Declaro que no sabía nada de él antes del Nobel, que no he leído ni la mitad de su obra, que no comparto su ideología política, que a veces me abruma su estilo y que no he llorado su muerte.
Pero también declaro que respeté su posición política, que amo sus penetrantres reflexiones sobre la condición humana, que me arrepiento de no haberme tomado una foto con él, que envidié la relación que tenía con su esposa  y que tengo un poema posible con su autógrafo en la pared de entrada a mi dormitorio ("Para A., un abrazo -firma-").

"Físicamente habitamos un espacio, pero, sentimentalmente, somos habitados por una memoria. Memoria de un espacio y de un tiempo, memoria en cuyo interior vivimos, como una isla entre dos mares..."

jueves, 10 de junio de 2010

No hay nada peor que tener a un idiota como testigo de los errores de uno

Ya comenté de eso alguna vez. No tendría problema si fuese mala persona y eficiente, o ineficiente y buena gente, pero es al revés.
Y lo peor de todo es que estará de jefe suprema por dos semanas.Quiascopordios. (¡EEI REGRESA DE TUS VACACIONES, PORFIS!).
Y es el tipo de persona que echa la culpa a los demás cuando comete errores.
Y le gusta demostrar superioridad mandando impositivamente  a los demás frente a terceros.
Y le gusta demostrar su jefesazgo gritandome frente a cualquiera.
Y lo peor de todo es cuando yo, por despistada, cometo un error (no muy  grave, por cierto, y bastante sencillo de corregir ).
Pero hay maneras, ¡joder! (Bueno, en eso de las maneras, también ella es el tipo de persona que habla con la boca llena de comida).

Despúes del mal trago, me he reído con esta "disculpa", hecha por ella a una  de las personas indirectamente involucradas:

 Vamos por partes:
1. Primero yo no "hice" un error, lo cometí.
2. Mi apellido no se escribe así.
3. Está conjugando en plural un  sujeto en singular.
4. Habrá sido ella, pero yo no ratifiqué ningún error.
5. ¿Quería decir rectificar?.
6. Cero en posicionamiento de comas.

 Si me vuelve a llamar "mija" o "divina", le meto la wikipedia por el
 
"1. m. Orificio en que remata el conducto digestivo y por el cual se expele el excremento."