Anteanoche fui a dormir temprano mientras él se quedó viendo la tele.
Ayer me desperté enojada, él estaba irritado. Me fui a trabajar con un seco “chau”.
¿Qué había pasado?
Tal vez por sus quedos sonidos (los lógicos cuando alguien entra en una habitación y se saca las cosas de los bolsillos y se quita la ropa) y mi estado REM del sueño sus ruiditos estorbaban mi descanso por lo que reaccioné con un sonoro
Lo extraño es que, según él, me senté en la cama, abrí los ojos y le grité.
Y él hizo lo propio porque, según sus palabras, soy una grosera.
Ya sabía que hablo dormida, pero acabo de enterarme que, además, soy sonámbula.
* Tal vez estaba soñando en Hugo Chávez… o que yo era el Rey Juan Carlos.
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