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martes, 9 de diciembre de 2008

Lo de "señores" es un decir

Señora cobradora de la Ecovía:
Si le digo "buenas noches" espero que usted me responda de la misma forma. Sé que su trabajo es una mierda, con un horario de mierda y con un sueldo de mierda y quisiera que se dé cuenta de que alguien sí la ve como una persona y no como un adorno en el andén.

Señores taxistas:
Si me pongo ansiosa cuando se acercan a mí no es para que bajen su velocidad, sino para que pasen rápido porque tengo que cruzar la calle; muchas veces por su culpa tengo que esperar unos minutos más a que no haya tráfico nuevamente para cruzar. Ah, por cierto, si les quiero parar extiendo el brazo y ya, no hay necesidad de que me hagan luces, ni piten, ni nada similar.

Señores padres de familia:
Si su hijo/a es caprichoso/a y llorón/a, enciérrelo/a en su casa hasta la tierna edad de 15 años. Ninguno de los ajenos a su entorno familiar tenemos que aguantarnos tanto bochinche.

Señor imbécil con el que me crucé la otra vez en la plaza de toros en la corrida del 4 de diciembre:
Ve que un policía y yo estamos dando espacio para que una señora con dificultad para caminar pueda hacerlo más fácilmente, ¿cierto? Entonces, si tan importante y educado es (“soy un maestro y a mi nadie me da clases de cómo comportarme”, dijo), espérese unos segundos, no hay necesidad de atropellarnos a todos e insultarle al policía que está pidiéndole respeto hacia las personas mayores. Es usted, con toda humildad, un absoluto cretino.

Señor policía con el que me crucé la otra vez en la plaza de toros en la corrida del 4 de diciembre:
Muchas gracias por su paciencia y caballerosidad. Es una pena que los demás lo vean por debajo del hombro, pero entiéndalo, muchos de sus compañeros, sino la mayoría, hacen quedar mal a su uniforme. Sea un ejemplo para que en un futuro nadie que sea un policía dé razones para dejarse atropellar por los demás.

Señores cobradores y chóferes de los buses de servicio urbano:
¿Quieren aumentar el pasaje del bus a casi el doble? Pues déjenme decirles ja. Si mejoraran su servicio, pararan en los sitios indicados, tuvieran mejores gustos musicales, esperaran a que la gente se suba o baje para arrancar y dejaran de pensar que la gente es tonta como ustedes repitiendo dos veces las mismas palabras (que no frases: “baje, baje”, “suba, suba”, “siga, siga”), tal vez esa sería una opción pero mientras ustedes no cambien de raza inepta, inmunda y acomplejada, todos los seguiremos desaprobando y odiando (y eso que yo no cojo bus a menudo).

Señores babosos con los que me cruzo por todas partes:
Cuando camino por la calle es porque tengo que trasladarme de un punto A a un punto B, no para que me soliciten su compañía, ni para que me queden viendo como mirada morbosa, ni para que me piropeen con las mismas frases de siempre. Si, como hoy, estoy tan arreglada, con labial rojo ferrari y zapatos de tacón, nos es para dármelas de puta, sino porque hoy tengo una reunión en representación del sitio en el que trabajo.

Señores administradores del edificio del sitio en el que trabajo:
Es cierto que este es un edificio con larga tradición oficinesca y que hay más de 200 despachos a los que atender, debe ser complejo. Pero tanto nos joden a todos y por todo y son tan hijosdeputa que en mi sueño de esta madrugada este edificio tenía en los subsuelos una cárcel y me quedé atrapada en un ascensor.

Señores de medias Ingesa:
Si compro unas medias panty de tomo eurocolor, es para que parezca que no llevo medias. ¿Por qué son tan idiotas que no explican que unas sí y otras no tienen ese brillo tan característico de las medias que usan las rameras, modelos de atododar y putitas de guayaquilcaliente?

Señor con el que, a mi pesar, comparto la cama cada noche:
De ser “mi ángel”, pasaste a ser “mi niño”, de eso a ser “tú”, de eso a ser “man” y, finalmente a ser “ese”. No sé si te das cuenta que en la degradación que te voy haciendo con el tiempo, significa que no va más y eso, además, quiere decir que cuando estoy dormida no debes meterme mano.

Señores dueños de departamentos más o menos decentes por La Mariscal y La Floresta:
¿No ven que estoy ansiosa por salir de la que ahora es mi casa? Un favor, o bajan los precios de los sitios que arriendan, o mejoren su servicio y estética. Nadie en su sano juicio va a pagar $400 por un cuartucho de 50 metros cuadrados con “cocina americana”.

Señor hígado:
Me gusta el alcohol, me gustan los embutidos,me gustan las frituras, me gusta la comida chatarra, me gusta la comida típica ecuatoriana y española. ¿Por qué carajos tienes que reaccionar tan mal cuando me da por tomar cerveza con chifles o un plato de fabada asturiana con vino tinto?

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