Declaraciones embarazosas

• No he prendido mucho la TV últimamente porque le faltan 2 pilas AAA al control remoto.
• Odio hablar por teléfono con gente a la que no tengo confianza.
• Me encanta el olor de mi ropa sucia.
• Una vez me deportaron de Eslovaquia.
• Aunque soy melómana jamás compro música, la bajo del Internet o de discos de amigos.
• Siempre compro cosas en oferta, casi nunca a precio normal (pero jamás compro cosas de mala calidad o de dudosa procedencia).
• No he podido desembarazar de mi lenguaje coloquial términos ibéricos.
• Soy tan vanidosa que gasto más en maquillaje que en libros y me tengo de fondo de escritorio.
• He perdido amigos por pereza de llamarles y/o escribirles.
• Tengo a medio escribir una novelina sobre la enfermiza relación de una pareja que se comunica a través de monólogos solitarios e insultos mutuos. La historia en cuestión fue inspirada en un mensaje al celular; algunas frases también fueron tomadas de mis conversaciones reales o de parafraseos y malas interpretaciones de canciones. (la novelina inacabada está por ahí, vagando en la blogósfera en dos partes, la de ficción y la de no-ficción).
• Me incomoda mi cuerpo.
• Mis relaciones personales suelen afectarse por mi espíritu sarcástico.
• Llevo una colección de 54 DVD’s, aunque prometí nunca comprar uno (y solo 12 son originales, ¡qué viva la calidad de la piratería local! que por solo $5 te llevas 3 dvds que no tiene nada que envidiar a los originales)
• Ningún DVD es de Chaplin.
• Detesto llorar, porque no puedo parar. Alguna vez estuve más de 2 meses sin derramar una lágrima solo por eso.
• Aunque adoro el Tango, la Bosanova y el Jazz, no se nada de esos géneros.
• Me hubiese gustado nacer en una familia normal.
• Recorto frases inteligentes, sarcásticas o sabias de cómics para explicar mis ideas.
• Una de mis fijaciones es hacer listas de todo (esta sería una de ellas).
• No tengo ni la más puta idea de porqué tengo un blog.