lunes, 16 de abril de 2007
Suspiros
Lo malo de tener todo tan clasificado y organizado en armarios, estantes y cajones es que las a sorpresas solo se las encuentran en la memoria.
Lo bueno de vivir tan intensamente es que esos recuerdos pueden ser tan reales que solo hace falta cerrar los ojos y súbitamente se vienen a la memoria imágenes, olores, sensaciones.
Lo feo de todo eso es que nada se vive dos veces.
Lo bueno de vivir tan intensamente es que esos recuerdos pueden ser tan reales que solo hace falta cerrar los ojos y súbitamente se vienen a la memoria imágenes, olores, sensaciones.
Lo feo de todo eso es que nada se vive dos veces.
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