RSS

martes, 28 de abril de 2009

Crónica de una decisión tomada a destiempo

- Me compro un ingente número de zapatos, no me queda espacio en el armario.
- Decido cambiarme de departamento, tal vez la crisis en mi matrimonio no se deba a que mi marido es un imbécil y yo una neurótica, sino a que no tengo espacio suficiente en el clóset.
- Busco un departamento cómodo en arriendo, los que me gustan son estúpidamente caros, los baratitos son una absoluta mierda (en qué feas condiciones viven los pobres).
- Decido que mejor me compro un departamento, tengo la suerte y la posibilidad de acceder a uno sin hipoteca de 20 años de por medio.
- Busco.
- Busco.
- Busco.
- Busco (qué basura son los departamentos de Uribe & Schwarskopf*, bonitos por fuera, pero su infraestructura genera dudas).
- Encuentro dos opciones: un departamento e-n-o-r-m-e y un poco antiguo al que hay que hacerle unas pocas reformas y uno nuevo que le queda muy cerca, es algo más pequeño que lo me gustaría (no mucho) pero es de lujo, con ascensor panorámico, súper céntrico y bien comunicado pero apartado del mundanal ruido, con la cocina de mis sueños y una vista hermosa desde el séptimo piso.
- Me tardo en pensar ¿departamento 1 o departamento 2?
- ¿departamento 1 o departamento 2?
- Me decido por el departamento 2.
- Las acciones con las que pensaba comprar el depar bajan en un 10 % .
- Mecagoendios.


Epílogo
Sigo buscando dónde vivir en arriendo, jamás voy a encontrar algo tan lindo y barato (aunque más grande) como mi actual depar de la república centroamericana, snif.


*joder, escribí este apellido sin remitirme a los dosieres

0 Ya que entraste aquí, ¡COMENTA, CABRÓN!: