domingo, 10 de diciembre de 2006
Humana, demasiado humana
Viene desde la punta de los pies. Debería decir desde la garganta, pero no. Asciende hormigueante por mi pequeño cuerpecito. En la tráquea sube como una pluma, siento que viene y ya está. Escupo un pedazo de mí misma, a veces son varios pedacitos. No sé si reírme o llorar. Esta carne sangrante y latente es tan sabia.
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