domingo, 10 de diciembre de 2006
¿Cefalea?
En mi juventud, que se me está yendo de las manos, las cefaleas solían ser martillazos, punzadas, chispazos repentinos de dolor.
Pero ya no.
Ahora, me llega de alguna parte una gran mano que acaricia lentamente mis sienes. Con sus invisibles deditos, como tentáculos, jala mi cabello hacia atrás, desde la frente hasta la nuca. Dura pocos segundos y va muy despacito.
¡Y con lo que me gustan los juegos entre mis cabellos!
Pero ya no.
Ahora, me llega de alguna parte una gran mano que acaricia lentamente mis sienes. Con sus invisibles deditos, como tentáculos, jala mi cabello hacia atrás, desde la frente hasta la nuca. Dura pocos segundos y va muy despacito.
¡Y con lo que me gustan los juegos entre mis cabellos!
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Jo, ahora, nuevamente por estas mismas fechas, pero por razones diferentes, vuelvo a sentir lo mismo. A diferencia que de esto depende todo mi futuro, lo que de alguna manera significaría la opción de reencontrarme con mis amigos en Madrí.
Pero todo lo sabré en marzo de 2009.
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