sábado, 10 de febrero de 2007
El paraíso es un lugar
Siempre quise ser una persona simple. Mi ideal de vida perfecta era llana, tipo sujeto-verbo-complemento. En ese intento encontré un laberinto, busqué tanta simpleza que me extravié en pasillos intrincados y estoy llena de complejos, incertidumbres y contradicciones. Y lo mejor (o lo peor), bueno, lo más sorprendente es que mi alma gemela es como yo; tal vez por eso, para poder estar juntos, debimos luchar muchísimo contra nosotros mismos.
A pesar de eso lo siento tan perfecto, complicado y verdadero, que mis (o nuestros) demonios interiores se van opacando ante tanta angelicalidad y somos felices perdiéndonos en nuestros laberintos mutuos.
A pesar de eso lo siento tan perfecto, complicado y verdadero, que mis (o nuestros) demonios interiores se van opacando ante tanta angelicalidad y somos felices perdiéndonos en nuestros laberintos mutuos.
Cielo me llegó a destiempo
Soledad sin tristeza. De vez en cuando una puta necesidad de caricias o sonrisas cómplices. También la falta de compartir con un espíritu sensible y curioso. Luego llegó y me fui y ella está ahí y es al revés. Espero que tenga más suerte que yo.